martes, 27 de septiembre de 2016

Primeros kilómetros por México

Ya son 400 los kilómetros que marca mi cuentakilómetros y he de decir que el viaje ha empezado muy bien.
Hace unos 10 días aterricé en Cancún, donde, no sin ciertas dudas, conseguí entrar en el país y armar mi bicicleta que había sufrido algún desperfecto por motivo del poco cuidado de alguno que la tuvo que transportarla en el avión.
Los mexicanos son unas personas muy amables y vivarachas que me han ayudado en todo momento. Al estar montando la bici, no faltaban los curiosos que me querían echar una mano y me daban consignas sobre cómo podía hacerlo. Fue algo que me dio buena impresión desde el primer momento.
En Cancún he pasado 4 días estupendos, primero en un hostal donde he hecho muchos amigos y he podido conocer cómo funciona la vida aquí y después en casa de Alex, un amigo colombiano que me ha acogido estupendamente.
Ya tocaba partir y las primeras dos etapas sucedieron por la carretera federal, que la verdad es que no es nada interesante pero me ha servido para conocer Playa del Carmen y Tulum; dos centros turísticos de europeos y americanos, principalmente. Lo mejor, mis anfitriones mexicanos en Playa, que me han llevado a conocer la costa y a degustar los sabrosos tacos de la esquina de su calle.
Las siguientes etapas se han tornado en más aventureras y coloridas por los tonos de las playas paradisíacas y la selva. Ha sido un sinfín de sensaciones que me han hecho convivir con la naturaleza y me han enseñado que somos parte de ella. He dormido cerca de depredadores como el jaguar y he conseguido mantener la calma. La selva tiene sus sonidos y hay que acostumbrarse a ellos.
Ahora me encuentro en la laguna de Bacalar y me tomo este día de descanso para inaugurar este blog y escribir a tanta gente que extraño en mi querida Euskal Herria.